Los frutos de la industria gráfica son elementos que reflejan e impactan la cultura popular de un país o una región. Seguramente entre tus recuerdos de la infancia se encuentra la golosina que te gustaba comprar, o el refresco que cada año te sorprendía con una imagen novedosa. Las etiquetas de bebidas tienen un peso a nivel de mercadotecnia y popularidad, por eso aquí te decimos cómo hacer las mejores para tu marca
Para la creación de las etiquetas de bebidas es fundamental contar con un buen diseño, ya que este elemento es el que se encargará de darle personalidad a a un producto, es decir, orientar la identidad de la bebida de manera que conecte con el público de una forma en que se vea a la bebida como a un ser vivo. Esto se potencia aún más cuando se trata de cervezas o vinos.
Este tipo de bebidas que son producto de la fermentación tienen sabores y texturas únicas, lo cual es necesario comunicar a través del diseño. Además, el estilo, los ingredientes y la forma de elaboración son características que deben ser comunicadas al consumidor de una forma atractiva y que cause simpatía y aceptación. La capacidad de transmitir todo eso, es la magia del diseño.
Para crear un buen diseño para etiquetas de bebidas es importante provocar sensaciones, es decir, que el producto final refleje la frescura, el sabor o la identidad de la sustancia misma, para ello es necesario tener a la mano el manual de marca, un documento en el que se detallan las maneras en que pueden utilizarse los recursos gráficos de la misma.
Una vez que se tenga en claro los parámetros establecidos para utilizar el logo y nombre del producto, es hora de usar la creatividad. Pero “hasta para romper las reglas hay reglas”, así que el reto es crear un diseño que refleje la identidad de la bebida, conecte con el público meta,contenga la información necesaria y sea muy atractivo.
Estudios afirman que el ser humano presta atención a un producto por un periodo de entre 3 a 5 segundos. Si logras impactar a tu público en ese tiempo, muy probablemente se venda el producto.
Así como la vestimenta ha cambiado de estilo a lo largo de los años y suele volver cíclicamente, de la misma forma las etiquetas de bebidas siguen tendencias, ya sea para estar a la moda o para crear diseños disruptivos.
Sin embargo, sea cual sea el estilo que quieras reflejar, es importante tenerlas en cuenta, ya que algunas tienen qué ver, no sólo con el diseño, sino con la funcionalidad, logística o calidad.
Una de las tendencias más importantes en etiquetas de bebidas es el uso de elementos minimalistas, es decir, tipografías claras y legibles, diseños limpios que se ven elegantes con colores sólidos y acabados satinados. Esto le da al producto un estilo elegante, formal, que puede ser de mucha ayuda para productos premium o líneas destinadas a mercados de alto valor.
Actualmente, la consciencia por el cuidado ecológico está muy presente en un amplio sector de la población, por lo tanto, el uso de materiales biodegradables o con apariencia sustentable se ha vuelto muy popular. Para esto se pueden usar materiales como el papel Kraft, fibras de henequén y tintas de colores sólidos. Un acabado rústico es muy apreciado por muchos consumidores hoy en día.
El uso de tintas cuyo aspecto varía con la interacción del consumidor ha ganado popularidad. En muchos casos se trata de compuestos termocromáticos, es decir, su color cambia con la temperatura, de manera que pueden dar un efecto de aparecer y desaparecer elementos de la etiqueta.
Las tintas tornasol, cuyo tono cambia según la perspectiva desde que se mire son otras de las más usadas en esta tendencia. Incluso la llamada tinta solar, que es visible sólo ante la exposición a los rayos UV, llaman poderosamente la atención del público.
En cuanto al contenido de las etiquetas, principalmente en bebidas artesanales, o vinos y licores, es común encontrar referencias al lugar de origen, historias locales, el año de fundación de la casa, u otros elementos que muestran el arraigo del producto a un lugar o a un estilo. El nombre y la firma del maestro fabricante ha cobrado pupularidad en el mundo de la cerveza y el whisky.
Otra de las tendencias actuales más importantes es el uso de códigos QR, así como las cuentas de redes sociales en las etiquetas de bebidas.
Esta es una manera de conectar con el público, principalmente juvenil, y aprovechar el espacio para ofrecer nuevos medios de interacción, ya que el código puede estar ligado a una landing page con información que se quiera hacer llegar a las personas.
En algunos casos, incluso se usan códigos QR para ofrecer ayuda a personas que tienen problemas de alcoholismo. Se trata de un anexo que puede ser muy útil para crear comunidad.
Las mejores etiquetas de bebidas son aquellas que, además de cumplir con los estándares de calidad que se requieren para la transportación y uso de los productos, logran conectar con su público meta, transmitiendo sensaciones positivas, acorde a la marca. Existen varios ejemplos que pueden ser llamados casos de éxito, uno de ellos es el de Pepsi, que a partir de 1987 ha utilizado la imagen de varios íconos de la cultura popular para mantener la vigencia. Figuras como El Santo, Michael Jackson y Lionel Messi han desfilado por sus etiquetas, volviéndolas artículos de colección.
Otro caso notable es el de Trooper, una cerveza artesanal lanzada por los integrantes de una de las bandas más legendarias del heavy metal: Iron Maden. Las etiquetas de los diferentes estilos de esta bebida tienen todo el arte gráfico que siempre caracterizó a la agrupación, por lo que cada botella se asemeja a un nuevo álbum de estudio.
Estos casos son muestra de que para crear las mejores etiquetas de bebidas es necesario tener claro el concepto visual que se busca, así como tener a los mejores fabricantes de la industria.
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