Garantizar que los productos lleguen en óptimas condiciones hasta las manos de tus clientes es uno de los aspectos más importantes a cuidar durante la comercialización de bienes, para ello es necesario utilizar, no sólo materiales que ayuden a salvaguardar su integridad, sino también las etiquetas de embalaje adecuadas.
Pero antes de continuar, es justo aclarar que, en términos comunes, las etiquetas de embalaje no son las mismas que las del empaque, es decir, el embalaje es todo aquel material que sirve para proteger, transportar y manejar los productos de forma segura, por lo que cumplen con una labor que tiene más qué ver con la logística que con la mercadotecnia.
En cambio, el empaque minorista es aquel que envuelve directamente al producto hasta llegar a las manos del consumidor final, de manera que las etiquetas que se usan cumplen con tareas comerciales y legales.
En el caso de las etiquetas para embalaje, por lo regular van dirigidas a los operadores que se encargarán de manejar los paquetes durante su transportación, por lo que la información que contengan es fundamental para que los productos lleguen en excelente estado a su destino.
Una vez que hemos definido el concepto de etiquetas de embalaje como aquellas que buscan cumplir con fines logísticos durante la transportación, es momento de identificar las diferencias que existen entre ellas:
Considerando que el cartón es el material más utilizado en todo el mundo para transportar cualquier tipo de productos, las etiquetas adhesivas estándar suelen estar elaboradas a base de papeles como el couché.
Para brindar más resistencia a la pieza, a menudo se le da un esmaltado con laca antes de imprimir, para que las tintas duren más y la etiqueta tenga cierta repelencia a la humedad.
Este tipo de etiquetas de embalaje es de los más comunes, se trata de piezas de papel bond o couché esmaltados, ya sea con acabado mate o brilloso, en cuya superficie se imprimen leyendas o símbolos que pueden aplicar a una gran cantidad de productos de distintas industrias.
Algunos ejemplos de estas etiquetas son aquellas con leyendas de precaución como:
Así como los íconos que corresponden a la simbología relacionada a las indicaciones de seguridad pertinentes para el manejo correcto de los productos.
Son aquellas que se crean específicamente para una empresa y producto, de manera que la información que contienen es mucho más precisa que las preimpresas.
Otra característica de estas etiquetas es que en muchos casos utilizan la transferencia térmica como método de impresión, lo que permite personalizar códigos de barras de forma fácil, rápida y económica.
Para ello, se utiliza papel fotosensible y un ribbon, es decir, una película de cera o resina que al calentarse se imprimirá sobre la superficie de papel, proyectando así la imagen que se requiere.
Se trata de un método bastante utilizado en todo el mundo debido a su rapidez, practicidad y bajo costo.
Para crear las etiquetas de embalaje ideales para tu negocio es necesario tener en cuenta varios factores, que tienen tanto qué ver con las necesidades específicas del producto, así como con condiciones externas a las que pueda enfrentarse.
Es importante que las etiquetas de embalaje compartan algunas capacidades con el resto de la envoltura. Por ejemplo, si se pegaran sobre una superficie plástica que brinda elasticidad e impermeabilidad, lo ideal es que la etiqueta también tenga ese tipo de resistencia.
Para cumplir con ese objetivo, es necesario tener cuidado en la elección de materiales para la fabricación de las etiquetas. En el mundo del embalaje, principalmente existen dos tipos de componentes para esa misión.
Uno de los materiales más comunes para la elaboración de etiquetas de embalaje consiste en una capa de papel bond estucado, conocido comúnmente como papel couché.
Es un compuesto que tiene gran resistencia, superficie lisa y es totalmente compatible con los pegamentos más utilizados sobre el cartón y otros materiales.
Por su parte, el papel bond térmico también es muy utilizado durante el embalaje, ya que es fácil de imprimir con el ribbon. Cuando se trata de darle un uso rudo es necesario que la superficie sea de alto gramaje, y la película térmica sea de resina, de esta manera la etiqueta será resistente a salpicaduras y los cambios de temperatura.
Si bien la transferencia térmica con resina es un método muy usado por su eficiencia, cuando se trata de soportar condiciones climáticas adversas, es mejor elegir materiales que sean altamente impermeables y elásticos.
Tal es el caso del bond esmaltado, que es cubierto con una fina capa de poliester, o bien el polipropileno biaxial, mejor conocido como BOPP.
Este último es una película plástica muy ligera y que permite adaptarse con facilidad a superficies metálicas o sintéticas. De hecho, el BOPP es el material más utilizado en etiquetas de seguridad tipo VOID por su alta resistencia.
El embalaje juega un papel fundamental en todo comercio, con implicaciones en la logística de la empresa, por ello es fundamental que cuentes con un proveedor serio, con experiencia en el sector y que tenga la capacidad de ayudarte en cualquiera de tus proyectos.
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